El muérdago, al igual que otras plantas como el acebo, los pinos, las piñas, las flores de pascua, etc....son elementos naturales que generalmente utilizamos durante el periodo navideño para adornar nuestras casas, pero el muérdago puede que sea el más desconocido de todos ellos y también especial...En muchos países de Europa y América se identifica como portador de buena suerte y alrededor del mismo existen múltiples historias, leyendas y simbolismos:
"El muérdago es considerado una planta mágica ya desde tiempos de los celtas, símbolo de paz, un poderoso amuleto protector de las casas y sus moradores.Con él se confeccionaban guirnaldas con las que se adornaban las puertas de las casas y que servían para proteger a sus moradores de espíritus maléficos y para evitar visitas indeseadas.Desde entonces se sonsideró el muérdagouna defensa contra las brujas y los demonios, y se extendió la costumbre de colocar unas ramitas en la entrada de los hogares. Proporciona suerte y amor eterno
Según la tradición el muérdago se tiene que regalar, y una vez en casa se ha de colocar cerca de la puerta de la entrada para que no pasen los malos espíritus. Al año siguiente, este tiene que quemarse y sustituirse por uno nuevo que también tiene que ser regalado. Y así, cada año"
El muérdago y los besos
Hay quien opina que la vinculación entre el muérdago y los besos surge del hecho de que la puerta de entrada a la casa es el lugar de intercambio de besos con las visitas. Fuera éste u otro su origen, estas tradiciones en torno a la planta fueron transmitidas a los anglosajones, entre los que se estableció la costumbre de utilizarla para presidir en las casas las fiestas de Navidad y Año Nuevo, por lo general colgándola del techo. Se consideraba que traía buena suerte y, además, se popularizó la costumbre de que el chico que sorprendía a una chica bajo el muérdago podía besarla. Si el beso se producía en Nochebuena, la mujer besada encontraba el amor buscado o conservaba el que ya tenía. Si el beso se producía entre una pareja, ésta era obsequiada con el don de la fertilidad. Esta tradición fue recogida por Charles Dickens en su novela Los papeles póstumos del Club Pickwick
Este rito se realiza en casa todas las navidades, mi hermana reparte muérdago a todas aquellas personas cercanas a las que se les desea buena suerte, es toda una tradición que se prepara con mucho cariño.